viernes, 13 de enero de 2017

La verdad sobre el caso Ramos

Después del enfrentamiento de anoche entre Sergio Ramos y la afición del Sevilla, parece que cualquiera es experto en este tema que se remonta más de una década atrás. Todo el mundo cree tener la razón y especialmente algunos, defienden a ultranza al capitán merengue, precisa y solamente por ser eso, el capitán merengue. Pero aquí va la historia: 
Después de un verano movido, el mercado de fichajes de 2005 parecía que acabaría con el prometedor Sergio Ramos defendiendo otra temporada los colores del Sevilla FC. El canterano había irrumpido ese año con una fuerza y un carácter impropios de su edad. Pero, a las 23:58 del 31 de agosto, a dos minutos del cierre del mercado, el Real Madrid depositó los 27 millones que figuraban en su cláusula. Sergio se fue al Madrid a última hora, cuando se había dicho que seguiría. Lo peor de ese fichaje “in extremis” es que Ramos aseguró en su biografía que fue un traspaso, que el Sevilla le vendió e intentó colar la etiqueta de que él era un mártir que se fue para sanear las cuentas de “su” club. Tuvo que salir el Sevilla mostrando el documento donde se veía que no fue una venta, que Ramos se fue por su cláusula y su voluntad y que el club hispalense no tenía ninguna intención de venderle. La parroquia nervionense no dejó pasar las formas de su salida y Ramos era silbado en cada visita a “su” estadio, en las que se le veía especialmente motivado. Sin ir más lejos, el Sevilla es el equipo más goleado por Ramos (6). El año pasado se intensificó el odio entre los sevillistas y Ramos, cuando el camero fue sustituido tras haber anotado y los Biris le cantaron improperios. Él, les miró y con tono chulesco e irónicos gestos les aplaudió como dándoles las gracias. En zona mixta, aseguró estar muy dolido y presumió de sevillismo alegando que en su lápida pondría la bandera rojiblanca. Atacó a los Biris directamente diciendo que “es lamentable, patético y muy triste“
Ayer, con la eliminatoria encarrilada, Ramos pidió insistentemente lanzar el penalti, sin ser él el encargado habitual de lanzarlos. Lo tiró a lo Panenka, una preciosa ejecución que algunos creyeron falta de respeto, pidió perdón a algún sector de la grada, miró a los Biris y se señaló el nombre tras ponerse las manos en las orejas como diciendo “no os escucho”.


Acto seguido; todo el estadio coreó al unisono insultos a Ramos que salió a defenderse, otra vez a zona mixta; alegando ser la víctima, ser sevillista de corazón y enfadado porque a Rakitic o a Alves se les recibía con aplausos y como dioses y él que había “mamado aquí”, no.

Distintas formas de irse de un club


Querido Sergio; después de irte por la puerta de atrás, intentar colar que eras un mártir para la economía sevillista, mostrar en mil y una ocasiones las ganas que tienes de marcar a “tu” equipo (en este vídeo se aprecia como Ramos, con 7 – 3 en el marcador, se pelea con Cristiano para que le deje lanzar una falta)




que celebres los goles, marques el gol en el 93 que evita que la SuperCopa de Europa vuele a Sevilla (obviamente debías hacerlo, faltaría más, pero entiende que no te reciban con homenajes), y muestres esa actitud tan chulesca tantas veces sobre todo a los Biris, grupo del que según tus propias palabras formabas parte




no digas que solo Biris Norte no te aprecia, creo que es la afición entera. Te has ganado estar donde estás, eres uno de los mejores jugadores del mundo, pero tu comportamiento con el club que te formó es lamentable, y así te lo hacen saber. A llorar, al despacho de Floren, colega.