Desquiciado Ronaldo

Cristiano Ronaldo me parece un jugador fantástico. Tiene un mérito enorme ya que su carrera deportiva ha coincidido con la de Lionel Messi, para muchos el ya mejor jugador de la historia del fútbol, y ha sido capaz de tutearle y vencerle individualmente en más de una ocasión, por ejemplo, ganándole el balón de oro.

Pero el principio de esta temporada y el final de la última han visto el possible declive de la carrera del astro portugués. Ha perdido velocidad, fuerza y resistencia, lógico ya que en tres meses cumple 31 años. Pero esa no es la razón por la cual Cristiano ha perdido parte de su potencial. Cuando rozaba los 30, perdió físico pero ganó en inteligencia sobre el terreno de juego. Mejor situado, interviniendo cuando era necesario y marcando muchos goles. Más eficiente, más efectivo, más voraz. Mejor. Y la pregunta es... ¿Qué le pasa a Cristiano Ronaldo?

Esta temporada se ha visto obligado a jugar más cerca del área, debido a los problemas médicos del Madrid. Y eso no le gusta, prefiere sentirse partícipe del juego y no dedicarse solamente a empujar balones. Su relación con Benítez no parece buena, y ni mucho menos tan positiva como la que tenía con Ancelotti. La obsesión táctica tan estricta y exigente impuesta por Rafa parece que no la comparte. Al acabar el partido en Sevilla le dijo muy mosqueado a Ramos: “Jugamos muy atrás”. Pero no solo es eso. Había empezado la temporada con buen pie, marcando goles y con buenos resultados. Pero la lesión de Messi no le ha hecho ningún bien. El no tener presión alguna con su rival directo hizo surgir una de peor: la obligación de marcar muchos goles y jugar bien para poder discutirle el balón de oro / bota de oro al argentino. Y eso no le ha favorecido en nada, se le ha visto ansioso, impaciente. Quería siempre más. Pero no era la voracidad a la que nos tiene acostumbrados, más bien era una necesidad. Discutiendo siempre con el árbitro, con rivales, tirándose y agrediendo. Contra Las Palmas, el PSG y sobre todo contra el Sevilla se vio a un Cristiano diferente, rabioso,cabreado, chupón, quejándose porque su equipo no subía ni presionaba, egoísta, jugándoselo todo él.

Las entrevistas en las que ha dejado su futuro abierto no gustan a los socios blancos que le han mostrado su disconformidad. Este descontento lo redondea el excesivo cariño que tuvo con el entrenador y el presidente del PSG, equipo que se muestra como su gran pretendiente.

Los números hablan por sí solos, 8 goles en 11 jornadas, su peor marca desde que aterrizó en el Bernabéu (excepto su primera temporada en la que marcó solo 5 tantos, pero fueron 5 en 5 partidos ya que los otros no los disputó por lesión).

Puede que estos sean algunos de los motivos por los que Cristiano esté totalmente desquiciado.