lunes, 24 de octubre de 2016

Cristiano no debe ganar el balón de oro

Aunque muy probablemente lo haga. Antes de nada me gustaría confesar que siento admiración por Cristiano Ronaldo en cuanto al jugador individual de fútbol que es. No como jugador colectivo, porque, simplemente, no lo es. Pero el luso es un enorme jugador. De los mejores de la historia, digno merecedor de un asiento en el Olimpo de los dioses del fútbol. Algunos dicen que Ronaldo ha tenido la mala suerte de coincidir con Leo Messi. En mi opinión, no. Ha tenido suerte. Porque tener la competencia del argentino le ha hecho mejor, más trabajador, ambicioso y con afán de superación. Saber que tiene que dar el 101% de sí mismo para estar a la altura de Messi. Y en ocasiones lo ha conseguido. Incluso en algunas le ha superado. Meritazo. Y justo vencedor de los tres balones de oro que atesora. Pero no este año.



Cristiano Ronaldo ha ganado la Eurocopa y la Champions League. ¿Pero qué peso ha tenido realmente en la consecución de estos títulos? 
En ambos ha tenido un papel nulo en la final, en la cita importante. En una por lesión y en otra sin motivo. Sus equipos han tenido un plácido camino hasta una final donde no apareció. PSG, Shaktar, Malmo, Roma, Wolsfburgo, y un pésimo City en el torneo de clubs. Y en el de selecciones; Islandia, Hungría, Austria, Croacia, Polonia y Gales.  
Dejando de lado que el balón de oro es un premio al mejor jugador del año, no al que logre más títulos. Y creo que queda fuera de duda que Cristiano no ha sido el mejor jugador desde enero. Y lo afirmo ya en octubre, sí. 
Griezmann, por ejemplo, ha sido mejor y más relevante. Estandarte del Atlético y de Francia ha llegado a las dos finales que ha perdido ante los equipos de Ronaldo. Pero el francés ha tenido caminos para llegar  más complicados, lo que le atribuye más mérito. En la Eurocopa fueron equipos parecidos a los que derrotó Portugal, en cuanto a nivel futbolístico. En Champions, en cambio, el Atlético y Griezmann vencieron a Benfica, Galatasaray, Astana, PSV, Barça y Bayern. Casi nada. Y el peso que han tenido ambos jugadores para llegar a las finales ha sido muy distinto. Cristiano este año se ha dedicado a empujar balones, se ha reconvertido en un 9. Pero no ha ganado ni la bota de oro. Griezmann ha sido la clave en ambos equipos. Y se acerca al nivel de Messi. A Cristiano ya le ha superado. 



Este año, el balón de oro todavía lo otorgaran periodistas junto a seleccionadores y capitanes, por lo que el nivel de colegueo es altísimo. Espero que a partir del siguiente, con los periodistas como únicos votantes, el galardón recupere el prestigio y la importancia que merece. Y que no se le dé al que más gusta o al que más títulos gana. 

lunes, 3 de octubre de 2016

¿Por qué Diego Alves para tantos penaltis?

En una semana Diego Alves ha parado tres penaltis. Uno frente al Leganés y dos frente al Atlético de Madrid. Con el parado en Butarque a Szymanowski se convirtió en el portero de la historia de la Liga que más penaltis ha detenido, con 17. Pero para agrandar su leyenda el brasileño paró 2 más en la matinal de ayer frente al Atlético de Madrid. El de Griezmann fue absolutamente espectacular, seguramente de las mejores atajadas en un penalti. Mano cambiada y fuerte a una considerable altura. El francés lo chutó bien, pero Alves es mucho Alves. Gabi, por su parte, conocedor de que de 6 de los últimos 7 que le marcaron fueron a su izquierda, lo intentó por ese costado. Pero tampoco.



La duda que surge es ¿por qué Diego Alves para tantos penaltis? ¿Cómo lo hace?

Bien, un penalti es una de las escasas ocasiones en las que un portero tiene ventaja respecto a un lanzador, ya que lo más normal es que acabe en gol, por lo tanto si se lo meten no pasa nada, en cambio, si lo paran se convierte en héroe. Por lo tanto, tiene mucha más presión el lanzador que el portero. En el caso de chutar un penalti a un conocido experto como el brasileño, la presión aumenta, Y Diego Alves tiene la confianza por las nubes en ese aspecto. Otro factor que domina mucho Alves es la reducción del ángulo de tiro, ya que se avanza (ilegalmente, como todos los porteros) antes de que el pie impacte con el balón. Pero sus cortos y veloces pasos suelen ganar más centímetros que los de los demás arqueros, por lo tanto el espacio para que entre el balón es menor. Sus reflejos y agilidad ayudan mucho en esta faceta, puesto que la velocidad que imprime el lanzador es muy elevada, y más vale un portero pequeño y ágil. Es capaz de aguantar la mano dura muy despegada del cuerpo, hecho que permite despejar el balón, no rozarlo. También hay una parte instintiva, algo que no se entrena ni se consigue, es innata, la de elegir el lado. Pocos jugadores han conseguido engañarlo desde los 11 metros. Reconoce que tiene facilidad para leer los movimientos en carrera previos al disparo, hecho que ayuda a decidir dónde tirarse. Y la última, que seguramente es la más importante es la del estudio de rivales. Analiza los lanzadores de los especialistas para tener estadísticas de sus preferencias. Y ese conocimiento con el talento provoca los impresionantes números del cancerbero del Valencia.

Así que resumiendo, sus claves son: capacidad de trasladar la presión al lanzador, confianza, reducción del ángulo de tiro, reflejos, instinto, mano firme, lectura de movimientos mezclados con un profundo análisis del rival.

Sus números son espectaculares. Le han lanzado 41 penaltis, de los cuales ha detenido 19, casi la mitad, dos se han ido fuera y 20 han acabado en gol. Los dos que se marcharon fuera los tiraron Verdú y Forlán que quisieron ajustar demasiado, seguramente por querer asegurar ante un experto. Entre los 19 parados están Messi, Cristiano (2 veces), Kanouté (2 veces), expertos en este tipo de lanzamientos.



El gráfico de Beinsports demuestra que el brasileño prefiere su lado derecho, puesto que es donde se lanza habitualmente (y donde suelen chutar los diestros cruzando el balón).