martes, 12 de abril de 2016

La habitual y consentida práctica de perder tiempo

Las pérdidas de tiempo son algo cada vez más frecuente en el fútbol. Con los años se ha aumentado esta práctica deleznable. Habitualmente vemos como muchos equipos, arañan segundos al cronómetro para acabar de forma más rápida un partido con un resultado favorable a sus intereses.
Hasta aquí, todo conocido. Pero ¿cómo es posible que en un deporte tan avanzado y seguido como el fútbol no exista un castigo para esto? Las amarillas siempre se quedan cortas. Aunque, más que castigar, se debería aplicar justicia. Podría existir una figura (el cuarto árbitro, por ejemplo) que estuviera pendiente del tiempo y se añadiera el tiempo perdido real, como ya hacen en otras ligas donde no es extraño ver 9 minutos de prolongación. También referido con este tiempo extra, es el que más se pierde. Muy pocos colegiados tienen el valor de sumar tiempo a los minutos de más,  algo así como "el añadido del añadido". No debería ser así. El tiempo extra está para que se disputen 90 minutos de fútbol. Si se sigue perdiendo este, ¿por qué no seguir sumando minutos al cronómetro?  Parece pura lógica. 


Por último, hay una fórmula infalible para perder el tiempo que debería erradicarse. Los saques de portería. Siempre se espera a que el guardameta cometa varias veces el acto de poner el balón en juego. Lo peor es que, una vez amonestado, ya tiene la vacuna para seguir perdiendo el tiempo. ¿Por qué no expulsar alguna vez a un portero (o jugador) por dos amarillas por perder el tiempo?  Siempre hay una primera vez y, si se establece un precedente, seguro que se mejoraría en este aspecto que solo daña al fútbol. 


Al lado de otros deportes que se modernizan al ritmo que lo hace la sociedad, el fútbol en el aspecto arbitral es retrógrada, ya que se podría mejorar mucho con ayuda de la tecnología. ¿Por qué no se hace en el deporte más seguido del mundo, el que más millones mueve? ¿Es inaplicable o hay alguien a quien no interesa la progresión del fútbol?