domingo, 9 de noviembre de 2014

¿Jugar bien o ganar?

Yo soy muy resultadista. Pero mucho. Y creo que tengo razones para hacerlo. En el fútbol no gana quien juega mejor sino quien marca más goles
El Rayo Vallecano de Jémez es un equipo que juega bien. Y esto es innegable. Pero pierde. Y mucho. Y se lleva muchos goles en contra. Y esto también es innegable. El año pasado recibió la friolera de 80 goles en contra en 38 partidos. Una media de 2.15 goles encajados por partido. El equipo con más goles en contra de toda España. Y parece que Jémez  no aprende ya que este año lleva 24 goles en 11 partidos, una media parecida a la de la temporada pasada y que junto al Levante es el equipo que más goles recibe. No puedo entender que la gente alabe su filosofía de juego. Si yo fuera seguidor del Rayo estaría harto del entrenador canario. Incluso un día se atrevió a declarar que "hemos perdido, sí, pero el público se ha divertido". Me parecen totalmente fuera de lugar y una floja excusa para tapar la fragilidad defensiva del equipo de la capital. Ayer en el Bernabéu salió a jugar como siempre, con su filosofía de salir a tener el balón y encajó 5. El fútbol le da una lección partido tras partido y no aprende.



Está claro que lo ideal en el fútbol sería jugar bien y ganar. Pero esto es muy difícil y está / ha estado al alcance de muy pocos equipos durante la historia del fútbol. Pero la mayoría de equipos que ganan no tienen por qué jugar bien y maravillar al mundo partido tras partido. El Atlético de Simeone no practica un fútbol digno de ser recordado, cuando en youtube pongas goles fantásticos no saldrán goles del equipo colchonero. Pero ganan. Y mucho. Una Liga rompiendo la hegemonía de los dos grandes, Copas de la Uefa, Copa del Rey, subcampeonato de Champions arrebatado en el último suspiro... Un gran palmarés. Y muchos de sus triunfos son gracias a jugadas de estrategia, no son combinaciones de ensueño. Luis Aragonés pensaba lo mismo, "el fútbol es ganar, ganar y ganar, y volver a ganar, a ganar y a ganar". Él consiguió que la selección ganara y además jugara bien, pero lo prioritario siempre fue ganar. Roberto Di Matteo consiguió en 2012 ganar la Champions con el Chelsea, estando cerrado atrás, buscando contraataques en jugadas aisladas, aprovechando las jugadas a balón parado. Y ganaron. Y, sin duda, eso es lo importante. Sino, que se lo pregunten a Abramovic y a los seguidores del club blue.